Por definición, capitulación significa rendirse o darse por vencido. En los círculos financieros, este término se utiliza para indicar el momento en el que los inversores han decidido dejar de intentar recuperar las ganancias perdidas como resultado de la caída de los precios de las acciones. Suponga que una acción que posee se ha reducido en un 10%. Hay dos opciones que se pueden tomar: puede esperar y esperar que las acciones comiencen a apreciarse, o puede darse cuenta de la pérdida vendiendo las acciones. Si la mayoría de los inversores decide esperar, es probable que el precio de las acciones se mantenga relativamente estable. Sin embargo, si la mayoría de los inversores decide capitular y renunciar a las acciones, habrá una fuerte caída en su precio. Cuando esta ocurrencia es significativa en todo el mercado, se conoce como capitulación del mercado.
La importancia de la capitulación radica en sus implicaciones. Muchos profesionales del mercado lo consideran una señal de fondo en los precios y, en consecuencia, un buen momento para comprar acciones. Esto se debe a que los factores económicos básicos dictan que los grandes volúmenes de venta harán bajar los precios, mientras que los grandes volúmenes de compra impulsarán los precios. Dado que casi todos los que querían (o se sintieron obligados) a vender acciones ya lo hicieron, solo quedan compradores, y se espera que aumenten los precios. (Si no está familiarizado con estos principios, consulte nuestro glosario sobre economía).
El problema de la capitulación es que es muy difícil de predecir e identificar. No existe un precio mágico al que se produzca la capitulación. A menudo, los inversores solo estarán de acuerdo en retrospectiva sobre cuándo el mercado realmente capituló.
Para obtener más información sobre este tema, consulte el artículo. capitulación.